Arapaima, Paiche, Pirarucú, Piraurucú, son muchos los nombres que se le han dado a esta legendaria especie que, sin importar como se la llame, hace que se le ponga la piel de gallina a cualquier pescador.
Y esto no solo porque capturar a este ejemplar es el sueño de muchos, sino también porque es sabido que para tenerla entre las manos hay que realizar una gran y compleja travesía.
En tupí-guaraní se llama pirarucú, de “pira”, que significa pez, y “uruku”, que es el nombre dado a unas semillas que se utilizaban para la fabricación de una tinta roja.
Así se referían los antiguos a esta bestia subacuática, muy posiblemente por la coloración roja de sus escamas.
Pero su nombre científico es Arapaima gigas. En latín “gigas” es gigante, como los cíclopes y las tribus salvajes de la mitología, seres de gran tamaño y ferocidad, grandes como una montaña.
Este increíble pez puede llegar a superar los 3 metros de largo y se han registrado ejemplares de hasta 260 kg.
Su cuerpo es delgado y puede tener hasta 18 rayos en la aleta caudal y un par de filas irregulares de dientes.
Pero, más allá de su tamaño y otras características que lo hacen un formidable guerrero, este pez ha sabido desarrollar unas cualidades excepcionales para sobrevivir en un ambiente agresivo como lo es el Amazonas.
Al vivir en un entorno que fluctúa constantemente, en donde hay épocas del año donde el agua tiene muy poco oxígeno, su evolución lo llevó a tener la capacidad de respirar aire atmosférico.
Si bien en general puede hacerlo en períodos de 15 minutos, en caso de peligro puede aguantar hasta 40 minutos.
Mano a mano con el gigante
Su pesca es una de las más desafiantes y tenaces, aunque la recompensa también es una de las más satisfactorias.
Para pescar la Arapaima hay que viajar hasta la cuenca del río Amazonas en Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y Guayana Francesa. En las últimas décadas también fue introducida en Bolivia e inclusive en Tailandia y Malasia.
Pero, si hablamos del Amazonas, obviamente también se la puede encontrar en Brasil.
De hecho, durante el viaje de pesca de Nove Outdoors en busca de esta mítica especie, el lugar elegido para su captura fue “Pirarucu Fly Fishing”, ubicada en el Amazonas Brasileño, específicamente en la reserva de desenvolvimiento sustentable Mamirauá, donde habita la mayor población de arapaimas salvajes del mundo.
La mejor época para su captura es en los meses de octubre y noviembre (aunque en agosto y septiembre ya comienza a haber buen pique), porque es cuando las aguas empiezan a bajar hasta la próxima estación húmeda.
En la época más seca, es más fácil dar con la Arapaima porque es cuando se asoma a respirar con mayor frecuencia sacando la cabeza afuera del agua, por causa de la ya mencionada poca oxigenación.
Pero, además, el pique es mucho más frecuente porque es el período donde tienen más hambre ya que, al haber menos caudal de agua, agotan la comida más rápidamente.
De hecho, cuando baja el caudal del río, suelen formarse lagunas que son la causa de la limitación del oxígeno y la comida.
No obstante, a pesar de la necesidad más acuciante por comida, no pierde sus hábitos de cacería sutiles y muy prudentes. Cualquier pequeña sospecha o susto, y la Arapaima huirá.
Por otra parte, este gigante tiene mucha fama entre los pescadores locales de ser un destrozador de aparejos, cañas y demás elementos de pesca, por lo que muchas veces van en busca de ejemplares más fáciles de pescar.
Pero eso hace también que haya un lucrativo comercio en torno a la Arapaima.
Más allá de eso, a la hora de enfrentar a este despiadado pez, hay que ir bien preparado, aunque nada lo prepara a uno para lo que lo espera a la hora de encontrarse cara a cara con semejante bestia.
La Jefa
En nuestro caso, utilizamos uno de los streamers favoritos de nuestra caja de pesca, muy efectivo para Dorados, Pikes y pesca de grandes peces de agua dulce y salada en general.
Estamos hablando de La Jefa.
Este artificial es el primero que llevamos siempre que vamos al Amazonas brasilero, porque su principal característica es la de “empujar” una gran cantidad de agua, generando así una fuerte atracción en la mayoría de los grandes depredadores.
La Jefa que nos dio el mejor resultado en la pesca de Arapaima estaba constituida de la siguiente forma:
- Anzuelo Blue Water 5/0 de AHREX
- Bucktail de Hareline Dubbin Negro y Rojo mezclados
- Flashabou Magnum de Hedron de 3 tonos, negro liso, negro holográfico y barrado rojo y negro
- Craft Fur Hareline Dubbin Rojo y Negro mezclados
- Ripple Ice Fiber Hareline Dubbin Rojo y Negro
- Cabeza Crew UV Boss de Spawn pintada con un poco de rojo en la parte superior
- Resina epoxi para pegar la cabecita
- Ojitos 3D Dome de Hedron de 5 mm
En el caso de las cañas utilizadas durante nuestro viaje, cuando sabíamos que íbamos a un lugar donde había ejemplares más pequeños, echamos mano de una caña 10.
Pero en el resto de las jornadas, ante lo inesperado, siempre salíamos con una caña 12.
Utilizamos líneas de hundimiento rápido de 500 grains para llegar rápido al fondo de las lagunas, y, a lo largo de los días, como que el nivel del agua fue disminuyendo velozmente en esa temporada, tuvimos que cambiar a líneas de 300 grains e intermedias, que no descendían tan a prisa, ya que había menos agua.
Atamos nuestras moscas con anzuelos 5/0 y 6/0, tratando de que fuesen los más fuertes posibles, porque estos gigantescos peces, con su fuerza, son capaces de abrirlos.
Y, por supuesto, guantes, gorras, anteojos de sol y todo lo necesario para garantizar la mayor comodidad y seguridad frente a un entorno tan adverso.
Como dijimos, la Arapaima es un pez que, a pesar de su descomunal tamaño y rudeza, posee hábitos de caza sutiles, por lo que el pescador debe ser igual de cauteloso si quiere capturarla.
Paciencia, tranquilidad, suavidad, son las claves para el éxito.
Recomendamos hacer un casteo suave, dejando que la mosca se hunda casi por completo, stripear muy pero muy despacio, y repetir, todo con muchísima tranquilidad.
Además, a la hora de acercarse, es esencial tener mucho cuidado, porque esta bestia se mueve de forma repentina y su captura es peligrosa.
Hay que estar muy atento de mantenernos prudentemente alejados de la parte delantera del cuerpo del pez, porque sus bruscos movimientos, sumados a su gran peso y la rigidez de su huesuda cabeza, pueden golpear muy fuerte.
Si quieren ver con lujo de detalles lo que fue la acción y la adrenalina de la pesca de este increíble y brutal ejemplar, no se pierdan nuestro corto Arapaima
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